Por Cesáreo Silvestre Peguero.
Cuán como no quisiera, lo acogió la primavera.
En ese mes de la flor, él nos causó dolor; pero partió con el Señor.

En sus 71 años, se manejó con madurez y se mostró tal como fue.
Denunciaba las injusticias, le dolía ver las calles rotas, y amaba a los limpiabotas.
La contaminación del Río Higuamo le causó preocupación.
Con la necesidad se hacía identificar, él
fue un amigo especial.
Cuanto se podría decir de don Enriquillo Carrión; se ganó mucha consideración por
su afable corazón. Siempre le debemos recordar y sus luchas continuar...
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